Dolor de cabeza: por qué se produce, cómo tratarlo y cuándo es hora de acudir al médico
Si alguna vez has tenido migraña, cefalea tensional o cefalea en racimos, sabrás lo incapacitantes que pueden ser los síntomas. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, nada menos que el 50% de los adultos experimentará un dolor de cabeza al menos una vez al año. Según su gravedad, duración y causa subyacente, las cefaleas pueden ir desde relativamente leves y fáciles de controlar hasta muy graves y potencialmente peligrosas. En este artículo repasaremos los tipos más comunes de cefaleas, sus posibles causas y estrategias eficaces para su tratamiento y manejo.
Tipos comunes de cefaleas
Las cefaleas suelen clasificarse en tres categorías principales: vasculares, de tensión y mixtas. Las cefaleas vasculares se caracterizan por una sensación de latido y pulsación y pueden ser bastante intensas. Las migrañas son el tipo más común de cefalea vascular y suelen ir acompañadas de náuseas, vómitos, fotofobia (sensibilidad a la luz) y fonofobia (sensibilidad al sonido).
Las cefaleas tensionales son las cefaleas más frecuentes y pueden causar una sensación sorda y dolorosa a ambos lados de la cabeza. El dolor puede ir de leve a moderado y puede ir acompañado de una sensación de opresión o presión. Por último, las cefaleas mixtas son una combinación de cefalea tensa y migraña, y a menudo son las más difíciles de controlar.
Causas potenciales de la cefalea
La cefalea puede desencadenarse por una gran variedad de factores, como el estrés, los cambios hormonales (como la menopausia), ciertos alimentos y bebidas, la deshidratación, los patrones de sueño, los medicamentos, las afecciones de salud subyacentes y los factores medioambientales (como los alérgenos que se encuentran en espacios interiores). En algunos casos, los dolores de cabeza pueden ser señal de una afección más grave, como un tumor cerebral, un aneurisma o una hemorragia.
Tratamientos y estrategias eficaces
Determinar la causa subyacente de sus cefaleas es el primer paso para tratarlas y controlarlas eficazmente. Los cambios en el estilo de vida, como dormir lo suficiente, hacer ejercicio con regularidad y mantener una buena hidratación, pueden ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de las cefaleas. Para las cefaleas tensionales, pueden ser útiles las técnicas de control del estrés, como la meditación, la respiración profunda o el yoga.
También pueden utilizarse medicamentos de venta sin receta y con receta para tratar las cefaleas. Entre las opciones de venta libre más comunes se encuentran los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno, así como el acetaminofeno. En casos más graves, su médico puede recetarle un analgésico más fuerte o un medicamento específicamente diseñado para tratar las migrañas. Las inyecciones de bótox, que pueden ayudar a relajar los músculos de la cabeza y el cuello que pueden contribuir al dolor de cabeza, también son una opción para algunas personas.
Cuándo es hora de acudir al médico
En la mayoría de los casos, los dolores de cabeza pueden tratarse en casa. Sin embargo, hay circunstancias en las que debe buscar atención médica. Entre ellas se encuentran: dolor intenso o que empeora, cefaleas persistentes que duran varios días o semanas, cefaleas acompañadas de otros síntomas como mareos, confusión, debilidad, cambios en la visión u hormigueo y entumecimiento, y cefaleas acompañadas de un golpe en la cabeza.
En conclusión, los dolores de cabeza son un trastorno muy frecuente y a menudo muy molesto. Aunque pueden desencadenarse por una gran variedad de factores, los cambios en el estilo de vida, las técnicas de control del estrés y los medicamentos de venta libre y con receta pueden ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los dolores de cabeza. Sin embargo, en algunos casos, los dolores de cabeza pueden ser señal de una afección más grave, por lo que es importante acudir al médico si experimenta alguno de los síntomas de advertencia.